La arquitectura es el arte de crear espacios habitables, entornos que acojan los ritos de la sociedad. Desde este punto de vista, la arquitectura condiciona el desarrollo de estos ritos sociales y de distintos estados de animo. De esta forma, distintos espacios pueden propiciar distintas actitudes para un mismo rito.
Dentro del mundo, podemos actuar desde tres perspectivas. Podemos ser usuarios de la realidad, utilizando los objetos diseñados para ser usados; tal es el caso de la persona que toma asiento. También podemos ser mantenedores del mundo, es decir, ante la perspectiva de perder el mundo podemos tratar de recuperar dicha realidad perdida; es un mantenedor la persona a la que, cuando se rompe la silla, la trata de reparar. Por último, podemos ser creadores del mundo, podemos diseñar la realidad y cambiarla. Se trata de la persona que no se limita a usar la realidad ni a mantenerla. Cuando la silla en la que se halla sentada resulta inapropiada, diseña una nueva acorde con sus necesidades. Este individuo es el motor del mundo, y es al que llamamos “arquitecto”.
El proceso de creación trata de renovar el mundo y parte de una realidad que nos oprime y de la voluntad de cambiarla. El concepto principal dentro de la creación es el tanteo, que consiste en imaginar las distintas posibilidades que alberga un objeto. De esta forma se plantean los sucesivos cambios y deformaciones que puede sufrir un objeto hasta obtener otro nuevo, que satisfaga nuestras necesidades. Para ello se emplean dibujos, maquetas y prototipos. Se trata de un proceso que causa angustia e incertidumbre debido al miedo a lo desconocido. Así, la creación consiste en la adaptación de la realidad al individuo en un sentido liberador de los instintos naturales del hombre.
Además, la arquitectura requiere la liberación del cuerpo de las conductas aprendidas durante la infancia y la adolescencia. En el proceso de sociabilización, el individuo reprime sus impulsos, de tal forma que se convierte en un miembro más de la sociedad, que pasa desapercibido. Para ello, se ha de iniciar al cuerpo en la práctica, modificándolo. Este cambio en el cuerpo se observa en los miembros de una tribu del archipiélago Vanuatu, que conservan la realizar de dibujos sobre arena o ceniza como rito de iniciación.
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