Este jueves seguimos con el dibujo de apuntes, pero con dos novedades. En primer lugar, el dibujo no se basó en el ambiente del aula, sino que pasamos a reproducir distintos apuntes de Giacometti, artista que ya hemos tratada en varias clases anteriores. En segundo lugar, un cambio de escala: doblamos el papel para dar lugar a un librillo. Cada uno de ellos contendrá cuatro dibujos a partir del mismo apunte; es decir, repetiremos cada apunte cuatro veces, profundizando progresivamente en el dibujo. Las obras propuestas está ordenadas por orden de complejidad. En las primeras aparecen líneas que podríamos identificar claramente como contorno de las figuras y a medida que avanzamos van apareciendo más líneas.
La primera dificultad que tuve, ajena a la técnica utilizada, fue el tamaño de las figuras, que parecían desmesuradamente grandes en relación al papel (como si hubieramos hecho zoom en el dibujo de Giacometti). Sin embargo, una vez corregido este problema, me resultó interasante como fondo y figura surgen a la vez y de forma paulatina, desde las líneas generales hasta la madeja de líneas final. Otro principio a destacar es cómo el dibujo de apunte presenta rigor, frente a su aspecto de garabato.
Al final de la clase cambiamos de ejercicio; el nuevo consistiría en dibujar a un compañero. Así pues, nos colocamos unos frente a otrs y procedimos a dibujarnos mutuamente. Mi mayor error fue trata de buscar una imagen final, es decir, el parecido físico con el modelo para comenzar a trazar líneas más generales. Por lo contrario se trataba de comenzar conlíneas generales, involucrando a la persona y el ambiente simultaneamente, para después pasar a concretar los detalles.
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