27/10/11

Justo cuando no podía largar más la vida de mi caja de ceras y me disponía a comprar una nueva abandonamos el color, sustituimos el pastel por la barra chunky, el carboncillo y el Comte. No obstante continuamos trabajando con la misma problemática, pues no se nos ve lo suficientemente desenvueltos en la creación de espacios. El tratamiento del problema en blanco y negro elimina el problema, o mejor, lo radicaliza en torno a la luz y la sombra, el claroscuro y el contraste en un mundo monocromo, o, mejor dicho, de una gama acromática de blancos, grises y negros.
Este planteamiento no deja de recordarme una de las consideraciones de Le Corbusier, conocido arquitecto y pintor: "La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz". Esta cita expone de forma clara la importancia de la luz para la percepción del espacio y la articulación de los volúmenes.
También introducimos a un nuevo artista, Macdonald Wright, pintor poscubista en cuyas obras podemos apreciar el conflicto dentro de un espacio geometrizado. Realiza una serie de estudios sobre las tensiones entre dos zonas oscuras que se manifiestan en forma de espirales que se conectan y se dividen en ‘triangulitos picudos’. Este será nuestro referente en la clase de hoy, que habremos de dibujar partiendo de una retícula de líneas directrices. A partir de ellas definimos planos y recinto cerrados.
Tras comentar la interpretación de la geometría del cuadro nos lanzamos a por los tableros. No obstante, en esta clase perdí mucho la orientación acerca de lo se quería que hiciera, lo que yo pretendía hacer y lo que finalmente hice. La desorientación me llevó a repetir varias veces las primeras fases, lo que me permite mostrar como es el comienzo y que desarrollo sigue el proceso de creación del cuadro.

 



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