14/10/11: Proceso creativo en la pintura

    En la clase de hoy hemos tratado la importancia de la pintura abstracta del siglo XX para la arquitectura, ambos artes abstractos. Para ello, hemos estado hablado sobre el tiempo en la experiencia artística; o más bien la experiencia temporal en el arte. En la pintura este tempo se denota con el ritmo de los elementos compositivos del cuadro puntos, líneas (entendidas como pinceladas) y manchas. Este tiempo es un tiempo creativo, distinto al contidiano en cuanto que interviene la contemplación, otro grado de conciencia acerca de la realidad y el hacer creativo. La pincelada adquiere un valor propio, creando un espacio. 
     También hemos  tratado las etapas o grados en la creación de una obra, utilizando como referencia directa varios cuadros de Kandinsky. El primer grado es la diferenciación de zonas a partir de pinceladas, la conquista del espacio del cuadro. El siguiente significa las zonas del soporte a base de puntos, superficies y líneas que cierran recintos, resultando un conjunto abstracto. Por último, se reordenan los elementos anteriores para dar lugar a objetos figurativos. Las imágenes fueron acompañando a esta evolución, pasando de una serie de manchas desdibujadas sobre el lienzo hasta un cuadro figurativo, pasando por distintos grados de concreción y surgimiento de la forma.
     En cuanto a nuestro trabajo, este día comenzamos dibujando una serie de líneas que ocuparan todo el soporte y o dividieran en regiones, tal como hacíamos con Pollock, pero dentro de las cuales se debía establecer conflictos y que se relacionaban con el conjunto. Aunque sin duda lo que más hubo que repetirnos es que la línea gruesa y oscura es un procedimiento de cierre, no podía aparecer desde el principio. Y es que dibujar no consiste en recoger una imagen final de la forma más inmediata posible, como una impresora, sino que es una técnica y un procedimiento de tanteo.

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